martes, 21 de junio de 2011

Cosecha De Sal

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Comienza la primavera austral. Tanto en las salinas de Ambargasta como en los salares de Salta y Jujuy, los meses de la primavera son los indicados para la cosecha de sal. Casi toda la explotación se hace en forma artesanal. La temporada de lluvias del verano pasa, y deja sobre las salinas una capa de agua de hasta 10cms., que luego el viento y el calor se ocupan de evaporar.

Con un clima seco y caluroso, superando los 40º los humildes trabajadores acuden a la extenuante jornada de cosecha desde los pueblos vecinos.

Los riesgos para su salud son muchos. Problemas en los ojos por el reflejo de la luz solar, lesiones en la piel por la exposición al sol y la inhalación constante de partículas de sal trae problemas respiratorios.

Apenas se quejan porque es la única fuente de trabajo y los hombres esperar ansiosos la llegada de esos tres meses para ganar el sustento, repitiendo lo que hicieron sus ancestros por generaciones.

Su ropa de trabajo son guantes fabricados con trapos viejos, improvisados turbantes de beduinos con anteojos oscuros de armazón casero o, los más pobres, con trozos de radiografías viejas.


Las herramientas de trabajo son un pico, pala y horquilla con las que quiebran la sal cristalizada. Todos los años se instala una formación de vagones que se interna en la salina para sacar la producción que espera en parvas de sal cosechadas, al lado de los rieles.

Al final de la jornada los espera el bidón de agua -no tan potable ni tan refrescante - y son felices por otro día más de trabajo.

Felicidad que durará hasta que lleguen las próximas lluvias porque en el verano no podrán llevar llevar el sustento para sus hogares.






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